Los detectores/alarmas de monóxido de carbono Honeywell serie XC se incluyen en los modelos XC70-EN (813-3212), XC100-EN (813-3221) y XC100D-EN (813-3224). Todos los modelos se alimentan por batería. La batería de litio de 3 V de larga duración está sellada en el interior del sensor para evitar manipulaciones y no necesita mantenimiento. Aprobación BS EN 50291-1:2010 (aplicaciones domésticas) y BS EN 50291-2:2010 (aplicaciones recreativas) que garantiza el uso de estos sensores en vehículos recreativos como barcos y caravanas. Cada modelo incluye una función opcional de alarma de bajo nivel ("ventilación") que muestra una advertencia cuando detecta una acumulación de CO antes de alcanzar el nivel de alarma (90 dB). Los modelos XC100 y XC100D incluyen una novedosa y exclusiva función de texto de acción que muestra el texto en la parte frontal de la unidad en caso de alarma e indica a los usuarios lo que deben hacer. El modelo XC100D tiene un display multifuncional que proporciona lecturas de la concentración de CO y funciones de registro de datos (memoria de alarma), un modo de ultra sensibilidad que puede detectar niveles muy bajos de CO e información sobre otras unidades conectadas de forma inalámbrica.
Diseño elegante y compacto (dimensiones: 100 x 72 x 36 mm) Puede utilizarse como unidad independiente o de montaje en pared La carcasa de caucho aislante protege el sensor de las condiciones medioambientales adversas Nivel de activación de sensibilidad de 43 ppm (partes por millón) Indicador LED rojo de alarma (XC70-EN), mensaje de activación de alarma (XC100-EN y XC100D-EN) Alarma que alerta al usuario si se detecta un nivel de CO programado en su ausencia Autodiagnóstico automático de los componentes electrónicos cada 60 minutos
Suministrado con
Kit de montaje, manual de instrucciones
Detección de gases: detección del monóxido de carbono
El monóxido de carbono es un gas tóxico mortal que no huele, no se ve ni se saborea. Su presencia es letal y causa la muerte y lesiones, puede deberse a aparatos de calefacción mal instalados o mantenidos, chimeneas, conductos de humos y aparatos de cocina que funcionan con gas. Incluso niveles bajos de CO pueden alterar el juicio y aumentar considerablemente el riesgo de accidentes y lesiones en automovilistas y operadores de máquinas.