Los relés tienen distintos usos y, a menudo, se utilizan en situaciones en las que se requiere aislamiento o cuando se necesita controlar un circuito con una señal de baja potencia. También hay tipos de relés especializados que se utilizan en aplicaciones de muy alta potencia; estos se conocen como contactores.
Relé electromecánico (EMR)
Un relé electromecánico utiliza un brazo físico móvil, que se acciona por una tensión aplicada a la bobina del relé. Este brazo conecta los contactos dentro del componente de salida del relé. El movimiento del brazo permite completar el circuito eléctrico, dejando que la corriente pase a los equipos conectados. Los componentes físicos de los relés normalmente hacen un sonido de tipo "clic", que sirve de indicador audible del funcionamiento.
Relé de estado sólido (SSR)
Los relés de estado sólido ofrecen una función similar a la de un relé EMR, pero no contienen componentes móviles, lo que aumenta su fiabilidad a largo plazo. Los relés de estado sólido cuentan con elementos de conmutación semiconductores, normalmente tiristores, triacs y diodos que transmiten y activan la señal de salida. Al activarse, la señal de entrada actúa como un interruptor que permite que una señal de alta tensión pase a través de los componentes de salida del relé SSR.