Termómetro por infrarrojos FLIR TG130, calibrado RS a +150°C

Se ha diseñado para solucionar e identificar problemas relacionados con la temperatura sin contacto, lo que permite ahorrar tiempo y dinero. Algunas de sus aplicaciones son: rendimiento de HVAC, problemas eléctricos industriales, temperatura de almacenamiento de alimentos, inspecciones domésticas y otras aplicaciones domésticas y comerciales.
El termómetro láser de infrarrojos TG130 tiene un tamaño de bolsillo, es fácil de transportar y cuenta con un diseño ergonómico que facilita su uso. Equipado con el sensor microtérmico Lepton® exclusivo de FLIR, la TG130 identifica problemas relacionados con energía y temperatura dentro y alrededor de una estructura.

• Sencillo y fácil de utilizar
• Diseño compacto y resistente
• Cambio fácil de baterías

Los termómetros de infrarrojos no son peligrosos, ya que no emiten radiación; funcionan de forma similar a una cámara digital.

La mayoría de los termómetros de infrarrojos tienen una especificación de error de medición que indica la precisión. La superficie que se va a medir también influye en la precisión. Los objetos reflectantes dan lugar a resultados más bajos en la medición que la temperatura real, mientras que las superficies no reflectantes dan lugar a resultados más altos. La emisividad de una superficie hace referencia a su eficacia a la hora de emitir energía en forma de radiación térmica; debido a esto, algunos termómetros de infrarrojos permiten ajustar los niveles de emisividad.
La relación de distancia a punto es también fundamental para proporcionar mediciones de temperatura precisas: si un termómetro de infrarrojos está demasiado cerca del objetivo, el calor puede acumularse en el dispositivo. Esto puede dar lugar a lecturas falsas o dañar los sensores de temperatura, por lo tanto, es fundamental respetar en todo momento las pautas marcadas por el fabricante.

CE/PSE/EN/UL/CSA 60950-1

Cámara termográfica puntual con obtención de imágenes IR, documentación impresa, correa y 3 baterías AAA (LR03)